A usted maestro...

Lic. Carlos González Batista
*24/07/1952 - +21/01/2014

Al evocar el recuerdo del sabio se puede divagar ante la realidad y convertir en leyenda lo que en un tiempo pretérito se pensaba cotidiano y creíble. Señala Miguel de Cervantes en uno de sus pensamientos que la historia es emula del tiempo... y advertencia de lo porvenir y justamente en eso puso interés en demasía el ilustre personaje de la historia de Coro Licenciado Carlos González Batista al reconstruir la historia de la provincia "donde nació Venezuela", porque justo lo que estaba por venir era el olvido en la memoria del coriano. La querencia de este hombre por nuestra ciudad, le convierte en memoria viva del tiempo, un legado invaluable que se transforma en compromiso para seguir construyendo en esta tierra de Dios, la historia de "la ciudad con sus ríos de arena".

Mostró González Batista una preocupación constante por el patrimonio arquitectónico de Coro, al punto de haber contribuido significativamente en los estudios realizados por la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda y presentados ante la UNESCO, sirvieran de soporte para declarar a la capital falconiana y su puerto como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.

Sin lugar a dudas, hay que darle gracias a Dios, por haber traído a esta tierra al que con afecto raigal descifró claves y significaciones de vida que hacen de su historia antigua, una historia del presente, compendio magistral que reciben los corianos "como manto de sentido" e identidad. El recordado González Batista en su obra "Historia de Paraguaná" plasma con profundo sentimiento el compromiso adquirido con la tierra que cálidamente lo recibió, haciendo de su oficio "la revelación de su circunstancia vital, que se adentra en la insólita profundidad de la vida, aparentemente plana y legible". Era el llamado constante al rescate de la memoria y querencia falconiana, porque "un pueblo sin memoria escrita es un pueblo triste, desinteresado y gris. En cambio, cuando un pueblo, un hombre o un río tiene escrita su historia, puede decirse que partiendo del pasado se esta proyectando hacia el futuro, sin el peligro de perder su identidad".

Hoy cuando Carlos González Batista comparte el amor y bondad en la mesa del Señor, y ya no podemos contar con su presencia física, solo queda agradecerle al maestro todo lo aprendido a su lado, parafraseando lo que ya él intuía como una despedida o quizá un compromiso a terceros; "meditar la presencia de lo que ya no está pero sigue siendo. Saber que el fin de lo que nos dió lugar o ha sido muerte: es esta vida nuestra, como nuestro fin será vida de otros". 

Zavala R., Miguel. (2014, 21 de marzo). A usted maestro. Nuevo Día, p. 12